El neerlandés dominó de principio a fin en una carrera sin premio para Alonso y con remontada de Sainz
Imola, Italia. – Max Verstappen volvió a demostrar por qué es el actual campeón del mundo de Fórmula 1, al conquistar con autoridad el Gran Premio de Emilia-Romaña, disputado en el legendario circuito de Ímola. El neerlandés de Red Bull no dio opción a sus rivales y firmó su quinta victoria del año en lo que fue la carrera número 400 en la historia del equipo austriaco.
La salida fue clave. Verstappen arrancó con decisión y ejecutó una maniobra impresionante al lanzarse por el exterior en la primera curva, superando a Oscar Piastri con contundencia. Desde ese instante, el piloto de Red Bull tomó el control absoluto de la carrera y no lo soltó hasta cruzar la bandera a cuadros.
Lando Norris, con un McLaren competitivo, supo aprovechar el bajón de ritmo de su compañero Piastri y se colocó segundo. El británico mostró un estilo más agresivo y sólido, asegurando el subcampeonato de la jornada. Por su parte, Piastri completó el podio tras verse afectado por una estrategia conservadora del equipo que le costó la segunda posición.
Fernando Alonso, en cambio, vivió un domingo para el olvido. El piloto asturiano de Aston Martin sufrió las consecuencias de una estrategia errática y un monoplaza que no estuvo a la altura. A pesar de haber estado en zona de puntos durante buena parte de la carrera, Alonso finalizó en la undécima posición, sin sumar unidades y visiblemente frustrado.
“Qué tortura, soy el piloto con más mala suerte del mundo”, expresó Alonso por radio tras una jornada que volvió a reflejar la falta de competitividad del Aston Martin en condiciones de carrera. Ni siquiera el Safety Car final pudo darle una última oportunidad de remontar.
Carlos Sainz, por su parte, tuvo una actuación sólida pese a los contratiempos. El madrileño protagonizó una buena salida y llegó a superar a Alonso en pista con firmeza. Sin embargo, el Virtual Safety Car le jugó en contra, relegándolo a la 14ª plaza. Sainz reaccionó con garra y consiguió escalar posiciones hasta finalizar octavo.
El español de Ferrari dejó buenas sensaciones con su ritmo en pista, adelantando a rivales como Tsunoda y Hulkenberg, y defendiendo con fuerza sus posiciones en las últimas vueltas. Aunque el resultado no fue espectacular, sí mostró consistencia en un equipo que aún busca el equilibrio perfecto.
En el frente de Red Bull, el dominio fue absoluto. Verstappen controló el ritmo, la degradación de los neumáticos y las distancias sin ceder terreno en ningún momento. Con esta victoria, se afianza en el liderato del campeonato y da un paso más hacia su cuarta corona mundial consecutiva.
El GP 400 de Red Bull estuvo a la altura de lo esperado: una celebración del legado de la escudería en la Fórmula 1, con una actuación brillante de su piloto estrella. La combinación entre el RB20 y Verstappen sigue siendo casi imbatible en esta temporada.
Oscar Piastri, a pesar del podio, terminó visiblemente decepcionado por la oportunidad perdida en la salida. El joven australiano continúa mostrando talento, pero aún necesita perfeccionar sus decisiones estratégicas junto a McLaren.
Entre los momentos más destacados de la carrera también estuvo el duelo entre Alonso y Tsunoda en las vueltas finales, donde el asturiano intentó sin éxito adelantar al japonés, quedando atrapado fuera de los puntos.
La próxima cita será en Mónaco, donde las estrechas calles del principado pondrán a prueba la precisión y la estrategia de todos los equipos. Red Bull llegará como favorito, pero McLaren y Ferrari buscarán recortar distancias.
Mientras tanto, la lucha por el “mejor español” de la parrilla sigue abierta, con Sainz tomando ventaja sobre un Alonso cada vez más crítico con el rendimiento de su equipo. La temporada promete más emociones y batallas en la pista.