Luis Valdez destaca que este gasto tributario limita el presupuesto nacional y urge revisar el régimen de incentivos, aunque evita proponer soluciones concretas
Bartolo García
El director general de Impuestos Internos (DGII), Luis Valdez, reveló este jueves que las exenciones fiscales en la República Dominicana representan un gasto tributario anual superior a los RD$243 mil millones. Según explicó, esta cifra impacta directamente las finanzas del Estado, que continúa operando bajo un esquema presupuestario deficitario.
Durante una conversación con la prensa, Valdez fue enfático en señalar la magnitud del gasto: “Son ahora mismo unos 240 mil, 243 mil millones de pesos al año. Un presupuesto deficitario fruto de este gasto tributario que se tiene”. Sin embargo, evitó profundizar sobre las causas específicas o sugerir medidas correctivas para abordar esta situación.
“Yo no quiero entrar en detalle de por qué ni cómo; solamente que ese es el dato que manejamos”, afirmó, dejando en evidencia la sensibilidad política y económica del tema de las exenciones fiscales, que por años ha sido objeto de debate en la sociedad dominicana.
El funcionario explicó que, ante la falta de una reforma tributaria estructural, la DGII se ha enfocado en cumplir rigurosamente con las metas de recaudación asignadas por el Estado, trabajando dentro de los márgenes legales existentes.
En ese sentido, informó que en los primeros cinco meses del año 2025, la institución recaudó RD$397 mil millones, alcanzando un cumplimiento del 100.1 % respecto a las metas proyectadas para ese período. Un desempeño que, según dijo, ha sido posible gracias al dinamismo de sectores como el turismo, la gastronomía y otros servicios.
El director valoró positivamente estos resultados, pero advirtió que, mientras no se revise el sistema de exenciones, el Estado continuará sacrificando ingresos que podrían ser destinados a programas sociales, infraestructura y desarrollo.
Uno de los puntos más cuestionados ha sido el régimen de exoneraciones para la importación de vehículos. Entre 2020 y 2024, estas exenciones representaron un sacrificio fiscal de más de RD$3,854 millones, sólo en aquellas otorgadas con una exención total del 100 %, según datos de la propia DGII.
El tema ha cobrado relevancia luego de que el periódico Listín Diario publicara un reportaje donde detalla el impacto de estas exoneraciones, que benefician no solo a legisladores y funcionarios, sino también a iglesias, embajadas y otras instituciones autorizadas.
Las críticas apuntan a la falta de transparencia y de criterios equitativos en la asignación de estos beneficios, así como a su permanencia en un contexto económico donde el Estado requiere optimizar cada centavo de sus ingresos.
En respuesta a estas inquietudes, el Poder Ejecutivo sometió recientemente al Congreso un proyecto de modernización fiscal que contempla, entre otros puntos, la reducción y eliminación de exoneraciones fiscales aplicadas a vehículos de motor. Sin embargo, la propuesta ha generado amplio rechazo por parte de sectores sociales y políticos.
Organizaciones de la sociedad civil y analistas han advertido que muchas de estas exenciones se han convertido en privilegios injustificados que socavan el principio de equidad tributaria y distorsionan el mercado, beneficiando a grupos específicos en detrimento del interés colectivo.
La DGII, por su parte, ha insistido en que su rol es eminentemente técnico y recaudador, y que cualquier decisión sobre modificaciones al régimen fiscal debe emanar de un consenso político y legislativo, con base en estudios y en las necesidades reales del país.
Luis Valdez concluyó su intervención reiterando el compromiso de la DGII con la eficiencia en la gestión de los tributos, pero dejó claro que sin cambios estructurales en el sistema tributario, el país continuará enfrentando limitaciones presupuestarias año tras año.
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