El artista español invierte en una finca histórica en Orense mientras mantiene lujosas residencias en Punta Cana y Miami
El legendario cantante Julio Iglesias ha vuelto a acaparar titulares, esta vez no por su música, sino por su última adquisición inmobiliaria en su tierra natal: Galicia. El intérprete ha comprado una elegante propiedad en el municipio de Piñor, en Orense, reafirmando su conexión emocional con la tierra donde nació su padre, el conocido doctor Iglesias Puga.
La finca, conocida como Santa Lucía, pertenecía anteriormente al exalcalde de Orense, Manuel Cabezas. Se trata de una casa de más de 1,600 metros cuadrados, con una estructura inspirada en un antiguo pazo gallego, dotada de piscina, jardines y amplios espacios que evocan la serenidad del campo gallego. El lugar ha comenzado a ser reformado discretamente, despertando la atención de los vecinos del apacible pueblo.
Los trabajos realizados recientemente en la piscina han sido uno de los principales focos de curiosidad. Se ha revelado que el artista está adaptándola a sus necesidades, modificando su profundidad para poder practicar natación de forma cómoda y segura, algo que forma parte de su rutina de bienestar.
Además, fuentes cercanas a la familia han adelantado que Iglesias podría estar interesado en ampliar el terreno actual —que ya supera los 16,000 metros cuadrados— con la compra de parcelas colindantes. También se especula sobre la posible construcción de un helipuerto en la finca, lo que permitiría al cantante llegar directamente sin llamar la atención.
Esta nueva adquisición no es un simple capricho inmobiliario, sino una vuelta simbólica a sus raíces. Julio Iglesias ha manifestado en diversas ocasiones el valor que le da a sus orígenes gallegos, y esta casa en Orense representa una conexión emocional con la historia de su familia.
No obstante, el artista no ha dejado atrás su vida en América. Una de sus residencias más comentadas está en Punta Cana, República Dominicana. Se trata de un complejo privado que él mismo diseñó y que consta de varios bungalós construidos con maderas selectas, como la caoba, la coralina, el bankirai y el pino de Oregón, creando una atmósfera tropical y acogedora.
Este refugio en el Caribe es también un modelo de privacidad. Según la revista ¡Hola!, la propiedad no es visible desde tierra firme ni desde el mar, lo que le permite al artista disfrutar de su intimidad familiar con total discreción.
A esto se suma su residencia principal en Indian Creek, Miami, una isla exclusiva ubicada entre Miami Beach y Bal Harbour. Este enclave, considerado uno de los más seguros y privados de Estados Unidos, alberga solo unas pocas mansiones y es hogar de figuras como Ivanka Trump, lo que habla del nivel de exclusividad del entorno.
La propiedad de Iglesias en Indian Creek es una mansión rodeada de jardines tropicales y acceso directo al mar, ideal para su estilo de vida reservado y sofisticado. Con estas inversiones, el cantante ha conformado un patrimonio inmobiliario de gran valor que se extiende desde Europa hasta el continente americano.
El regreso a Galicia marca también una etapa más introspectiva para Julio Iglesias, quien en los últimos años ha preferido mantenerse alejado de los escenarios y centrarse en su familia y su bienestar. Esta nueva casa podría convertirse en un lugar de retiro y descanso.
Aunque el precio de la transacción de la finca gallega no ha sido revelado oficialmente, expertos del sector estiman que podría ascender fácilmente a varios millones de euros, especialmente al considerar las dimensiones del terreno y el valor histórico de la propiedad.
Así, Julio Iglesias reafirma su figura no solo como uno de los artistas más influyentes de habla hispana, sino también como un referente en la construcción de un legado familiar vinculado al arraigo, la privacidad y el buen gusto. Su historia personal y su carrera parecen entrelazarse en cada rincón de las propiedades que elige habitar.
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