El Gran Premio de Arabia Saudí se convirtió en una carrera de resistencia, llena de incidentes, y en la que un Safety Car (provocado de nuevo por Nicholas Latifi) cambió el destino: Pérez, que lideraba cómodamente, había hecho su primer pitstop justo antes de la neutralización, y Leclerc, Verstappen y Sainz aprovecharon para entrar con el coche de seguridad, adelantándole.
Leclerc tuvo que librar una titánica lucha contra Verstappen, DRS mediante, y el de Red Bull Racing finalmente se llevó el duelo para sumar su primera victoria del curso. Ambos dieron un tremendo espectáculo que no llegó hasta la última vuelta por un abandono de Albon que tiñó de banderas amarillas el primer sector.
Leclerc, derrotado, se tuvo que conformar con la segunda plaza, pero mantiene el liderato del mundial. Ambos acabaron lejos de un Sainz que tuvo que defender la tercera plaza ante Pérez para volver a subir al podio, tercero consecutivo del madrileño. Tanto Carlos como Checo están siendo investigados, como Magnussen, por presuntamente no reducir lo suficiente la velocidad durante una bandera amarilla.
Russell fue el ‘mejor del resto’ como primer Mercedes, tras una carrera bastante tranquila para el británico. Tras él, sexto, llegó Ocon, que tuvo una dura (y absurda batalla) con su compañero Alonso y que tuvo que sudar tinta en las dos últimas vueltas para derrotar a Norris. El español, por su parte, ganó ese duelo de los Alpine, pero sufrió una avería a falta de 15 vueltas y tuvo que abandonar.
Norris, con el McLaren F1, llegó séptimo, y Gasly, Magnussen y Hamilton cerraron el top 10. El heptacampeón estaba realizando una buena remontada alargando mucho su primer stint con neumáticos duros (los favoritos salieron con medios), pero se vio perjudicado cuando el abandono de Fernando Alonso y Daniel Ricciardo (en la misma vuelta, junto a Valtteri Bottas) dejó cerrado el pitlane, impidiéndole entrar.
