Santo Domingo, RD.
Gregory Alexander Méndez, el minero dominicano que estuvo atrapado por diez días, mostró su felicidad en la carpa de primeras atenciones médicas a su salida de Cerro Maimón, el lugar donde quedó atrapado junto a su compañero colombiano Carlos Yepez.
“Y lo más chévere es cuántas mujeres hermosas y lindas, esto parece un jardín, ya tu sabe”, dijo entre risas el dominicano, residente en Maimón, en presencia del presidente Luis Abinader y los principales ejecutivos de la mina.
Una vez llevado a una camilla, para proceder con resultados más detallados de su estado de salud, le fueron retiradas las botas que tenía puestas.
“¿Cómo te sientes?”, se escucha que le preguntan mientras está descansando. “Bien, perfectamente”, fue su respuesta.
Una de las cosas que ha pedido Méndez ha sido que le preparen arroz con salami. Cuando sus familiares se enteraron le agregaron algo más para complacerlo: “Le guardaremos su batida también”, dijo su prima hermana a los medios de comunicación en las cercanías de la mina, mientras celebraba la salida de su pariente.
Y estando un poco más relajado vino una pregunta sobre un tema que ha despertado mucha atención en redes sociales.
“Qué va a pasar ahora con el teléfono”, le pregunta una mujer que se encuentra fuera del alcance de la cámara.
Se refiere a un comentario muy compartido en redes sociales. Al momento del primer contacto con sus familiares, Gregory, en su primera reacción, preguntó si habían encontrado su teléfono celular. Es entonces cuando le dicen que su pareja lo tiene.
Los comentarios en redes sociales y en conversaciones informales no han faltado elucubrando sobre la supuesta preocupación del joven de 28 años.
Ahora, a diez días de estar atrapado, y tras respirar con libertad fuera de la mina, llega la respuesta.
A la pregunta anterior le sigue una explicación, por el momento inaudible en el vídeo de la transmisión oficial. Y entonces llega su reacción: “¿Tú crees? Ay mi madre…”. Ese pequeño corte de vídeo de seguro que alimentará aún más los comentarios del caso.
Mientras tanto, los dos mineros fueron trasladados al hospital militar Ramón de Lara, donde continuarán con el proceso de revisión médica y donde se reencontrarán con sus familiares más íntimos.
En el caso de Gregory le esperan su madre, de 78 años, y su hija de 6 años.
A su llegada le esperaron sus familiares más cercanos. En Monseñor Nouel, donde reside, sus vecinos y familiares le preparan un recibimiento con comida y bebidas en celebración por su vida.