Por Tuto Tavárez
Cuando me disponía escribir la columna, recibí una llamada de Eleodoro Arias, quien me dio la triste noticia del fallecimiento de Rafael Ávila.
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Quedé frisado, como impactado por un rayo, mientras Eleodoro me confirmaba la infausta noticia.
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Entonces, postergué lo que iba hacer para dedicar esta entrega a Rafael Ávila, un hombre que fue como un padre para los que trabajamos con él.
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Podríamos durar un mes escribiendo de Ralph Ávila y sus logros, pero sé que muchos tienen un montón de cosas para narrar su vida deportiva.
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Pero, quiero contar algo que vi cuando yo trabajaba con los Dodgers de Los Ángeles, bajo la tutela de Ávila, Logan White y Elvio Jiménez.
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Un día realizamos un “tryout” y hubo un lanzador, no importa el nombre sino la acción, que le gustó a Ávila.
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Se acordó firmar el muchacho por unos 20 mil dólares, pero cuando se iba a oficializar el contrato no pasó el examen físico.
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El contrato sería anulado y el lanzador se quedaría sin firma y el problema de salud que tenía.
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Ávila recibe el reporte médico y lee el problema de salud, es que el muchacho tiene un cáncer por un área de la espalda.
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Entonces, con la firmeza que le caracterizaba, da la orden, “denle el dinero que se acordó para su salud y cualquier cosa yo respondo”.
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Ahí me convencí, de que tenía un ojo clínico para buscar talentos, pero el corazón noble, era más grande que su cuerpo.
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Un día, una señora que trabajó en limpieza en el Campo las Palmas, fue a buscarlo para decirle, “señor Ávila vine a darle las gracias, porque el hijo mío que usted le pagó los estudios se graduó”.
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Recuerdo que un grupo de cronistas deportivos fuimos a visitarlos a su casa en Miami y doña Gloria su compañera me hizo un comentario.
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Me dijo doña Gloria, que cuando Rafael tenía que hablarle duro a un jugador para que hiciera las cosas bien, llegaba triste a la casa, porque tenía una boca dura y un corazón blandito.
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Rafael es el padre Alberto “Al” Ávila, quien fue gerente general de los Tigers de Detroit y abuelo de Alex Ávila, receptor de Grandes Ligas.
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SQUEEZE PLAY: “Si quiere buena fama, que no te des el sol en la cama”, refrán…¿Falta mucho para el 27 de febrero?…Recordemos algunos jugadores firmados por Ralph Ávila…Los hermanos Ramón y Pedro Martínez…Pedro Guerrero y Raúl Mondesí…José Offerman y Henry Rodríguez…Mariano Duncan y José Vizcaíno…Juan Guzmán y Félix Rodríguez…Alejandro Peña y José Parra…Pedro Julio Astacio y Roberto Mejía…Rafael Landestoy y J. R. González…Manny Francois y Rafael Bournigal…Gilberto Reyes y Braulio Castillo…Balbino Gálvez y Domingo Michell, quien no descolló en Grandes Ligas, pero ganó la triple corona en la pelota dominicana…Ezequiel Sepúlveda, Rafael Rijo, Wilton Guerrero y un servidor, somos hijos adoptivos de Ralph Ávila…Ávila nació en Cuba y llegó a la República Dominicana en 1971…En 1996 fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano…Fue creador del Campo las Palmas con el apoyo de Al Campanis, como decía Ávila, un griego que le gustaba la pelota…Y gracias a esa relación llevó el equipo de República Dominicana a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles…Murió un gigante del béisbol…Por hoy, out 27.
