El papa Francisco durante un discurso pronunciado en Kinsasa (República Democrática del Congo), el 31 de enero de 2023. Gregorio Borgia / AP

El sumo pontífice se encuentra en Kinsasa, la capital de la República Democrática del Congo, en el marco de un viaje que lo llevará también a Sudán del Sur

El papa Francisco considera que “África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear”, según lo expresó durante un discurso pronunciado este martes en Kinsasa, República Democrática del Congo, en el marco de un viaje que lo llevará también a Sudán del Sur, recoge el portal Vatican News.

“No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África”, afirmó. “Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear”, añadió, pidiendo que se recuerde “los desastres cometidos a lo largo de los siglos en detrimento de las poblaciones locales”.

El sumo pontífice dijo que África, continente al que definió como la “sonrisa y esperanza del mundo”, debería adquirir más importancia, “que se hable más de ella, que tenga más peso y representación entre las naciones”.

Asimismo, instó a que se lleve a cabo una “diplomacia del hombre para el hombre, de los pueblos para los pueblos”, que no tenga como centro el control de las zonas y de los recursos, ni los objetivos de expansión o el aumento de los beneficios, sino las oportunidades de crecimiento de la gente.

“Colonialismo económico esclavizador”

El prelado dijo tener la impresión de que la comunidad internacional casi se ha resignado a la violencia que “devora” a ese país africano, e instó con todas sus fuerzas a que avancen los procesos de paz y se conozca lo que está sucediendo allí.

“No podemos acostumbrarnos a la sangre que corre en este país desde hace décadas, causando millones de muertos sin que muchos ni lo sepan”, continuó Francisco, asegurando que “tomar partido por la propia etnia o por intereses particulares, alimentando espirales de odio y violencia, va en detrimento de todos”.

Por último, aseveró que “tras el colonialismo político, se ha desatado un colonialismo económico igualmente esclavizador” en todo el continente, por lo que los países que lo conforman no pueden beneficiarse suficientemente de sus “inmensos recursos”, un drama que —en su opinión— el mundo económicamente más avanzado ha ignorado. “Este país y este continente merecen ser respetados y escuchados, merecen espacio y atención”, concluyó.

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