Los intentos de pararle los pies en los tribunales encienden el debate sobre si puede acabar dañando a la democracia impedir al candidato republicano con más apoyos presentarse a las elecciones
IKER SEISDEDOS
Incluso para alguien tan cómodo en el sobresalto como Donald Trump, sus últimas semanas se han parecido bastante a un viaje en montaña rusa. Ha sido comparado con Adolf Hitler por unas declaraciones xenófobas; ha amenazado con represalias a quienes ahora le piden cuentas por sus actos en el ejercicio previo del poder; ha dicho que será “dictador por un día” si retoma el mando; y despide el año en el centro de una batalla legal sin precedentes para impedirle presentarse a las elecciones presidenciales del próximo noviembre, que ha abierto